Imagen del perseguido cuando es asistido por personas y el agente policial. Foto: Ahora. |
Un robo con violencia en la ciudad de Holguín acaparó titulares de la prensa local cuando el sospechoso, un hombre de 47 años, hirió a dos personas con un cuchillo de fabricación casera y en el intento de huir fue baleado por un policía.
El incidente se reportó a plena luz del día el pasado 29 de septiembre cuando Jorge Luis Hechevarría entró a la tienda Modas Praga, ubicada en una céntrica esquina de la ciudad de Holguín. Según el reporte oficlal, allí tomó una botella de vino marca Tío de la Bota, con valor de 4.10 pesos convertibles (CUC) y pretendió escapar con ella, cuando fue visto por una testigo que alertó entonces al agente de seguruidad.
Cuando el agente de seguridad, Olmar Domínguez García, de 23 años, se acercó al individuo, Hechevarría sacó una “chaveta” -un arma blanca de fabricación artesanal- y lo cortó a la altura del pecho.
Filmado por un transeúnte
En ese momento se inició una persecución que involucró a varias personas, entre ellas trabajadores del establecimiento y un oficial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). El seguimiento se extendió al menos por dos cuadras para concluir en la esquina de la catedral San Isidoro.
Un video filmado por un aficionado y colocado en Youtube captó el momento en el que el joven oficial de la PNR realizó al menos tres disparos. La grabación permite observar al agente de pie sosteniendo el arma, mientras varias personas le gritan que no siga disparando. Algunos se acercan al policía, quien se tambalea y se muestra herido, mientras el sospechoso cae al piso sosteniendo el cuchillo artesanal, con el cual hirió a dos personas.
El propio oficial, cuya identidad no ha sido revelada, cargó a Hechevarría, herido y sangrando de una pierna, para trasladarlo a un hospital.
Tres personas heridas
Todo sucedió en pocos minutos. El hecho dejó tres personas heridas y llamativamente concluyó en la esquina opuesta de la iglesia visitada por el Papa Francisco hace tan solo 10 días, cuando ofició una multitudinaria misa y luego bendijo ala urbe holguinera.
Pero la escalada del video a las redes sociales con un policía cubano disparando a un hombre en fuga lanzó la alarma de la prensa oficial, que con regularidad critica en sus espacios los recientes hechos violentos de agentes del orden contra ciudadanos en Estados Unidos. Tanto el periódico provincial como la televisión holguinera le dieron una inusual cobertura al incidente, volvados a explicar por qué el oficial realizó cuatro disparos contra el perseguido.
El primer teniente Norge Alvarez detalló que los primeros tres fueron de advertencia, pero como el sospechoso continuó amenazando al agente con la cuchilla y no cumplía con las órdenes dadas, se realizó un cuarto que impactó al sujeto en la pierna, logrando finalmente neutralizarlo.
Las cámaras de la televisión llegaron hasta una de las salas del Hospital Vladimir Ilich Lenin, donde se encuentra ingresado Hechevarría. Allí un doctor explicó que tras una cirugía de varias horas el paciente ya tiene buen color en la extremidad, buena movilidad y temperatura. No especificó cuándo sería dado de alta y trasladado a una cárcel.
Un sujeto peligroso
Hechevarría fue calificado por los medios oficiales como un individuo de pésima conducta social con varios antecedentes penales de hechos agresivos, entre los que cuentan “atentados a la autoridad, lesiones y portación de armas blancas”.
Al ser preguntado por los periodistas si recordaba algo, la respuesta del sospechoso fueron vagas. Alegó que estaba tomando, que no recuerda nada y había mezclado una pastilla con alcohol, por lo que no tenía idea de lo sucedido.
El extenso e inusual reportaje del diario Ahora también incluye la versión del agente de seguridad de la tienda, quien sin camisa y mostrando un vendaje en el pecho, explica que todo sucedió muy rápido y si no se hubiera apartado a tiempo “lo vaciaba”.
Los incidentes de sangre en Cuba han visto recientemente mayor publicidad en los medios oficiales, aunque todavía es tímida la aproximación al suceso, que suele presentarse como una batalla del “pueblo aguerrido” unido a la policía para enfrentar la creciente delincuencia.
Pero sin dudas la mayor presión para que comiencen a aflorar estos temas en la prensa cubana proviene de los videos filmados por aficionados con sus celulares, que luego circulan libremente por las redes sociales.
*** Tomado de café fuerte
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