jueves, 15 de enero de 2015

Tras los pasos de la Lotería

Cuando comencé la investigación para este trabajo lejos estaba de imaginar la sorpresa que hallaría, pues aunque tenía una lejana idea de cuan organizado estaba el tema de la bolita – nombre popular con que se identifica el juego de la Lotería en Cuba – no calculaba que esta pudiera ser una empresa millonaria, capaz de mover cientos de miles de pesos diariamente y con una estructura sólida de trabajadores.

Por supuesto que varios amigos me facilitaron el acceso al corazón de alguno de los bancos más importantes de la habana y de más está decir que todos los nombres de las personas fueron cambiados u omitidos para garantizarles la necesaria seguridad en un país donde los juegos de azar están prohibidos y penados por la ley.

Lo primero que a simple vista pudiera impresionar a cualquiera – yo no fui la excepción – es la cantidad de dinero que recaudan los dueños de los bancos de bolita, según un estimado de Juana que administra uno de ellos en la barriada de Miramar, diariamente las colecturías que les tributan – casas que recolectan las listas con las anotaciones y el dinero – le hacen llegar unos cuarenta y ocho mil pesos (48 000,00) con las recogidas del municipio Centro Habana y Habana Vieja.

“Con ese dinero, argumenta, pagamos los premios – 400 pesos por la centena, 75 pesos por el número fijo (cash3), 25 por los corridos (play4) y entre 900 y 1000 si logras ligar dos o tres números - y a los trabajadores y siempre nos quedan ganancias, aunque a veces nos dan un “golpe” y tenemos que enviar dinero hacia las colecturías, pero por lo general el banco siempre gana, además tenemos implementado un sistema de trabajo peculiar, pues la cadena comienza con los listeros – personas que recogen las jugadas de las personas en los barrios y hacen las listas – a los que les pagamos 20 centavos por cada peso que recojan en los números fijos y corridos y 30 centavos por cada candado de números”.

“Luego tenemos a los mensajeros estas personas son las que se encargan de recoger las listas y llevarlas a las colecturías, por lo general les pagamos de 15 a 20 CUC a la semana pues tienen que recorrer por sus medios varios kilómetros y se arriesgan a que la policía los atrape, por lo cual son los más arriesgados” pero como hasta las autoridades prueban la suerte con “la esperanza del pobre” son muy pocos los casos que se pueden señalar en que esto haya ocurrido.

Una vez en la casa donde se colectan las listas en la que por lo general trabajan varias personas las listas se desglosan para los diferentes bancos, además de ser este lugar el que indican cuando un numero está limitado – en esta circunstancia se paga la mitad del premio – y es donde se administra todo el dinero además de que es la encargada de entregarle a los listeros los partes con las sumas que adeudan y que por lo general se liquida una vez a la semana.

Pero lo más curioso de todo es ser parte de la mesa de banqueo, increíblemente y aunque usted no lo crea amigo lector, por lo general son 5 personas encerradas en un cuarto a los que un grupo de agentes de seguridad privado, por lo general armados, despojan de todos los medios – llámese celulares, radios, etc. – y que trabajan sacando los premios en un cuarto climatizado y totalmente cerrado, donde no existe contacto con el mundo exterior, esto al decir de los dueños “son medidas necesarias para que no haya fraude en las listas, al final hay que cuidar el negocio”.

Pudiera escribir aún mucho más sobre este tema, interesante, pero esto quedará para otra oportunidad, lo cierto es que encontré una empresa generadora de millones de pesos con una estructura empresarial y con cero burocratismo digna de imitar por las corroídas y corruptas empresas estatales cubanas, quizás al final de cuentas los gerentes y directores debería pasar un cursito de unos días con estos prósperos empresarios.