Entrada de un Joven Club en la Provincia Holguín |
Recuerdo como si fuera hoy la creación de los Jóvenes
Club de Computación allá por el año 1987, hace casi 27 años, en aquella época
se hablaba de informatizar a las familias cubanas y se anunciaba a bombo y
platillo que era un esfuerzo supremo del régimen para que todos sus ciudadanos
sin distinción tuvieran acceso a las nuevas tecnologías.
Por supuesto que de inmediato se puso todo el
engranaje gubernamental en función de que la orden
impartida por el omnipotente dictador Fidel Castro se cumpliera al
pie de su nuevo capricho por lo cual enseguida aparecieron casa vacías que se
destinaron a esos fines a pesar de que muchísimas familias
languidecían en unos albergues o casas de transito que estaban lejos de cumplir
con un mínimo confort para ser habitadas.
Las computadoras eran para aquella época más o menos dinosaurios
que no cumplían con los requerimientos básicos para poder formar personas
capaces de dominar el arte de la computación como planteaban los “dirigentes
comunistas” aunque muchas personas agradecieron ese pequeño espacio que se le
brindaban y no pocos forjaron su camino en eso centro que sin excepción eran dirigidos
por militantes del Partido Comunista de Cuba o la Unión de Jóvenes Comunistas.
Más el tiempo ha pasado y poco o nada se ha hecho para
mejorar la imagen de esos centros que con el paso del tiempo ha visto envejecer
su equipamiento que hoy es más obsoleto que antes a pesar de encontrarnos en el
siglo de la informática y las telecomunicaciones siendo las prestaciones
menores sin que tan siquiera se consiga la masividad de años anteriores en lo
referente a los cursos que se imparten de forma gratuita.
Paradójicamente una de las bondades de estos centro es
brindar el servicio de navegación a través de la Intranet una especie de
Internet nacional sin acceso remotamente a la red de redes, lo cual permite a
los usuarios poder revisar su correo electrónico nacional y acceder a páginas
nacionales de malísima calidad, más este servicio se ve limitado por la falta
de tecnologías y por lo problemas de conexión la que se realiza por medio de
líneas telefónicas que en muchos casos se interrumpen ante cualquier cambio
climático.
Otro de los problemas que se han acrecentado en estos
años de prestar servicio a la población cubana es el uso que hace los niños de
esos centros, muchos de los cuales abandonan las escuelas y acuden en masa a
entablar juegos computacionales
violentos que los aleja de los supuestos valores que el régimen dice y pregona
para los más pequeños y lo más preocupante de todo es que esto se realiza ante
la mirada indiferente y con el consentimiento tácito de los trabajadores de los
jóvenes club que en muchas ocasiones participan de los mismos.
Recuerdo un viejo cuento donde un hombre prefería morir
castigado por una maquinaria cubana y no morir rápidamente, argumentaba que en
Cuba cuando no falta una cosa faltaba la otra, por lo que nunca todo lo
necesario esta para ejecutar una obra con la calidad requerida y al final de
cuentas nunca moriría, eso es exacto y se aplica a todos los sectores de
nuestra sociedad, donde la falta de recursos, la indolencia y el burocratismo
siempre nos pasan la cuenta sin piedad y a lo que no escapan los Jóvenes Club
de Computación.
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