martes, 22 de mayo de 2012
Injusticias sobre Ruedas (II Parte)
Son las 2:00 am del día 18 de mayo, cerca del hospital “Frank País”, en el municipio La Lisa, el carro patrullero 318 de la PNR municipal hace su guardia de rutina, se acerca un automóvil de los popularmente conocidos como botero, dentro un joven regresa de su trabajo hacia su casa, es músico y se llama Pedro Pablo Romero Cabreriza, tiene 27 años y vive en calle 280 # 3722 % 37 y 39, reparto Arroyo Arena, lo que no saben los agentes de la autoridad es que esta persona GAY y además portador del VIH-SIDA desde hace 5 años.
Los agentes detienen el carro y solicitan del chofer los documentos, Pedro Pablo, hace una expresión de cubanos, “esta gente siempre están en lo mismo”, como energúmenos uniformados desatan toda la ira contra el indefenso joven, lo hacen descender del vehículo y acto seguido sin que medie palabra alguna que justifique la brutal fuerza es rociado en sus ojos con el spray reglamentario de gas pimienta lo cual provoca que quede sin visión automáticamente.
No bastando esto le aplican una técnica de conducción y lo intentan introducir dentro del auto previamente atomizado con el mismo gas, que gracias a una división interior con una plancha de plástico que separa a los policías de los detenidos no les afecta a ellos, Pedro Pablo se percata de que no puede respirar, se resiste a entrar al vehículo toxico, pero esta maniatado y solo logra poner más iracundos a los gendarmes que le golpean la cabeza varias veces contra la puerta del patrullero, gritándole ofensas como “Pájaro de Mierda” y “Ustedes han cogidos mucha ala”, cuestiones estas discriminatorias y degradantes hacia una comunidad que va en ascenso y que esta supuestamente protegida por el Estado a través de la Dra. Mariela Castro Espín y del Presidente Raúl Castro Ruz.
Pedro Pablo, pierde el conocimiento, es conducido entonces a la 7ma Unidad Policial, al llegar es enviado al calabozo, donde permanece hasta el día siguiente a las 2:00 pm, durante el tiempo que permanece en la Unidad y ante sus reclamos de dolencia es enviado al policlínico “Cristóbal Labra” donde como siempre se diagnostica que no tiene problemas. Llegan las 2:00 pm del día 19, su madre se persona en la PNR y le comunica al Oficial de Guardia que su hijo es portador del VIH-SIDA mostrándole los documentos que acreditan dicha enfermedad, se forma el revuelo, inmediatamente ordenan ponerlo en libertad, siempre como es típico, lo amenazan de que si habla será acusado de atentado.
Al llegar a su casa es tan visible que esta mal, que su madre lo traslada al Hospital Militar de Marianao, inmediatamente es ingresado en politraumas, pues presenta FRACTURA DEL CRANEO, certificado por un neurocirujano que esta lesión pone en peligro inminente su vida, presenta otras lesiones en el cuello, brazo y abdomen, debe permanecer durante 48 horas en observación para ver como se desarrolla su cuadro clínico. La policía asustada acude al Hospital y obliga a que le entreguen el Certificado Medico para evitar que se conozca la verdad, tratan de llegar a un acuerdo con la familia y la victima para que no se divulgue ni acusen a los funcionarios, recordándole que lo acusarían si hablaba.
Cuando se conoce la situación con esta persona, miembros del Frente de Línea Dura y Boicot “Orlando Zapata Tamayo”, acuden al centro hospitalario, interceden para que se le entregue el Certificado Medico para poder acusar a los que no deben llevar un uniforme pero chocan con la férrea línea de los doctores militares los cuales se niegan a volver a confeccionar el documento.
Realmente no se que clase de protección y reinserción quieren lograr para estas personas, que clase de igualdad pregonan cuando hoy existen esta clase de BRUTALIDAD POLICIAL.
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