Cerco Moderno

Cada vez que leía en un libro de historia sobre los cercos que se cernían para la toma de un castillo en la era medieval, mi imaginación se transportaba hacia ese sitio, me veía vistiendo una gran armadura de acero y una gigantesca espada con la cual dirigía la defensa del castillo sitiado, o tal vez manipulando una especie de catapulta, capaz de lanzar las más enormes rocas a distancias insospechadas, capaces de derrumbar cuanto a su paso encontrara. Era una etapa de acción y lucha por la supervivencia humana, donde los atacantes imponían este y otros artilugios para derrotar al sitiado, y con ello obligarlo a aceptar determinadas exigencias o incluso exterminarlo, claro, estos actos por lo general no se lograban en cuestión de pocos días y el saldo en vidas humanas era enorme, los hombres por una cuestión de autoprotección recurrían a todo con tal de preservar la vida, aunque era alto difícil lograrlo. Con el paso del tiempo, las estrategias cambiaron, claro, ya no había grandes batallas, pero si los cercos se mantuvieron, gracias a ellos, fueron capturados, juzgados y condenados muchos de los grandes criminales de las diferentes guerras, igualmente esta forma de lograr algo se ha usado para convencer a Dictadores, Tiranos, Locos e Irracionales de la necesidad de dejar a un lado sus planes macabros. En Cuba, los cercos se han convertido en algo cotidiano y se han puesto aun más de moda desde la visita del Papa Benedicto XVI, y siempre usado para retener dentro de sus hogares a Opositores Pacíficos que no buscan otra cosa que la Democracia y el Respeto a los Derechos Fundamentales de las personas, algo que hay que vivirlo, pues la experiencia es increíble. No fue hasta el día 28 de abril de este año, que pude comprobar cuanta presión se siente al estar dentro de un cerco de la Policía Política Cubana, sucedió en la casa del Opositor Hugo Damián Prieto Blanco, Presidente del Frente de Línea Dura y Boicot “Orlando Zapata Tamayo”, en el Municipio La Lisa, desde el mismo momento en que descendí del ómnibus en que viajaba pude comprobar el enorme dispositivo de seguridad, oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en las esquinas y más de cinco (5) Agentes de la Seguridad del Estado apoyados por carros patrulleros impedían la salida de un solo hombre y su esposa, cerrando ambas bocacalles, permitían el libre transito de las personas, pero quien entrara a la casa quedaba automáticamente dentro de su atención. A Hugo Damián le comunicaron que no podía salir y si iba a la panadería a buscar el mísero pan de todos los días lo acompañaría un Agente de la Policía Política, cosa esta que nadie podría aceptar. En varias ocasiones el que fungía como Jefe del Cerco se acerco a la vivienda, estuve poco más de 2 horas, al salir y doblar la esquina dos (2) Policías Políticos aguardaban por mi, se identificaron mostrando el carné y me pidieron mis documentos, apuntaron mi nombre en una hoja de papel y me hicieron preguntas irónicas cuyas respuestas conocían de ante mano, mientras los patrulleros insistían con cambios de luces al parecer apresurados por arremeter contra alguien, pero no fue su oportunidad, pues al parecer las ordenes eran intimidar y no detener a nadie, así que me dejaron seguir hacia mi domicilio en el Municipio San Miguel del Padrón, luego supe que el cerco a la casa de Hugo y Bárbara lo habían levantado el día primero (1) de mayo a las 11:00 am, pero no fueron los únicos, muchos más opositores cayeron en el juego macabro del Cerco que ya se va volviendo normal en nuestra patria y que tiene a la policía política cubana como el sitiador y a los indefensos Opositores como las victimas.