Compañía Cubana de Electricidad, nacionalizada en 1960. |
Uno de los principales escollos en el proceso de normalización entre Cuba y Estados Unidos se pondrá este martes en una mesa de negociaciones en La Habana.
A escasos días de cumplirse el primer aniversario de la nueva era en las relaciones bilaterales, anunciada el 17 de diciembre del 2014, representantes de Estados Unidos y Cuba se sentarán a hablar por primera vez sobre las propiedades expropiadas a estadounidenses y ottros asuntos vinculados a temas de compensación.
Washington confirmó este lunes la reunión e indicó que la delegación estadounidense estará encabezada por Mary McLeod, asesora legal del Departamento de Estado. Cuba, en cambio, no ha mencionado el tema, a pesar de que el encuentro transcurrirá en sus predios. El sitio oficial Cubadebate se remitió a reproducir la información brindada la víspera por John Kirby, portavoz del Departamento de Estado.
Expropiaciones certificadas
Kirby indicó que se trata de una primera reunión informativa sobre este espinoso tema, en la cual se intercambiarán criterios sobre una variada gama de reclamaciones.
La revisión de cuentas comienza por 5,913 reclamaciones de firmas corporativas y ciudadanos estadounidenses por la confiscación de sus propiedades y otros bienes, intervenidos mediante el Decreto Ley 851 del gobierno revolucionario del 6 de julio de 1960. Estas expropiaciones aparecen certificadas por la Comisión de Adjudicación de Reclamos Extranjeros del Departamento de Justicia por valor de unos $1,800 millones de dólares, según los estimados de la época.
Entre las firmas afectadas estaban las Compañía Cubana de Electricidad, United Fruit Co., Starwood Hotels, Coca-Cola, International Telephone & Telegraph Co., y 36 centrales azucareros.
Esas propiedades se estiman hoy en unos $8,000 millones, a razón de un 6 % de interés por cada año transcurrido desde la confiscación.
“La reunión es un primer paso en lo que esperamos sea un largo y complejo proceso, pues Estados Unidos ve la liquidación de estos reclamos como una prioridad máxima para la normalización”, dijo Kirby.
Diálogo en marcha
La Ley de Asistencia Extranjera (FAA) de 1961 estipula que el litigio en torno a las propiedades estadounidenses confiscadas debía ser resuelto antes de reestablecer relaciones diplomáticas con Cuba, lo que analistas consideran fue vulnerado por la estrategia de Casa Blanca al reabrir su embajada en La Habana.
Pero de todas formas, el diálogo está en marcha.
Mientras la diplomacia estadounidense pondrá sobre la mesa los casos de miles de personas y empresas que perdieron sus propiedades y negocios azucareros tras la nacionalización del gobierno revolucionario, Cuba reclamará los daños relacionados con el embargo, al que le atribuye cifras que alcanzan los 300 mil millones de dólares.
Las cifras del gobierno cubano están sustentadas en daños económicos, por $121,000 millones, de acuerdo con el fallo de un tribunal nacional del 2000, y en daños humanos, que se fijaron en unos $181,000 millones.
Pero al menos de este “encuentro de reconocimiento” quedarán excluidas las propiedades de las que fueron despojadas cientos de familias cubanas a partir de 1960.
Se estima que el 95 % de los bienes intervenidos por el gobierno revolucionario era de propietarios nacionales, cuyo derecho de reclamación fue pisoteado. El valor total de las propiedades cubanas intervenidas se situaba en unos $150,000 millones de dólares, ncluyendo grandes latifundios y fincas con más de 77 hectáreas.
Un acuerdo de compensación se vislumbra todavía demasiado lejos y trabajoso, pero este martes se abrirá un capítulo para acercar el futuro.
**** Tomado de Cafefuerte.com
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