Supuestos Refugiados abandonan la oficina en la Habana en un Auto Rentado al GOBIERNO |
Durante el 2012 dedique parte de mis escritos a repudiar y condenar lo que ocurre en torno al Programa de Refugiados Políticos que mantiene el gobierno de Estados Unidos y que brinda este beneficio a las personas que supuestamente son perseguidos por distintas causas por el régimen cubano.
No imagino como seria la vida de un refugiado político en las dictaduras latinoamericana del pasado siglo XX, pero de lo que si estoy seguro es que no habría uno solo con vida de los que hoy están acusando por delitos de lesa humanidad a los militares que las encabezaron si hubieran tenido que esperar por más de 6 años para ser citados, si tiene algo de suerte y no recibe una hoja blanca negándole esa posibilidad, a una primera entrevista, para luego esperar otra en los próximos 6 meses, y luego si es aprobado realizar trámites engorrosos e interminables casi todos controlados por los cubanos.
Es penoso e indignante pasar por las intersecciones de las calles J y Calzada en el vedado, donde se enclava la oficina de Refugiados Políticos en la Habana, cientos de personas entre ellos numerosos niños congregados desde horas de la madrugada en una acera en condiciones infrahumanas, sin un baño asequible, pues el más cercano esta a 60 metros, donde las inclemencias del tiempo hacen de las suyas con los desesperados u oportunistas que acuden al lugar en busca del sueño americano, sin agua potable, en fin prácticamente en el infierno.
Los tramites generales, excepto las entrevistas que son realizadas por funcionarios norteamericanos, son atendidos por personal cubano, los cuales evidentemente son oficiales de la Seguridad del Estado, con un trato despótico y cruel del que no escapa nadie, demorando por horas innecesariamente la estancia de los concurrentes y manipulando a su conveniencia las respuestas de aceptación de nuevos casos y las fechas de vuelo y entrevistas.
Más no todo es culpa de las condiciones existentes, pues como he denunciado muchas veces la mayoría de las personas que buscan la salida por esta vía son puros aprovechados y que nunca han sido perseguidos ni por una hormiga en la isla, personas que pregonan a los cuatro vientos en un culto religioso o de puerta en puerta sin ser molestado por nadie y para colmo coinciden con las ideas del régimen.
Como es posible que alguien que se entrega por completo en la defensa de los derechos humanos de los cubanos y por lograr la libertad y la democracia en este país, arriesgando su libertad y la vida la propia, pues no le quepa duda a nadie que es un peligro inminente para la vida caer en las manos de la policía política, sea sometida a una larga y profunda entrevista, donde se llega a cuestionar hasta la posición de dormir en pareja, el numero del calzado o el color de la ropa interior, mientras otras personas gozan de benévolas citas sin preguntas incomodas.
Si alguna persona desconfía de lo que estoy diciendo solo tiene que pararse en las citas calles del otrora aristocrático barrio y vera como muchos de los que salen de esa oficina tras las entrevistas abandonan el lugar en autos de turismo rentados, sin ser molestados por nadie, protegidos incluso por agentes de la policía nacional revolucionaria, mientras los verdaderos refugiados, los que se oponen con sus ideas a las atrocidades del régimen, deben tratar de pasar inadvertidos para los oficiales de la Seguridad del Estado que merodean el lugar a diario.
Por mi parte aun cuando estoy a la espera de mi primera entrevista no creo que tenga intenciones de abandonar mi país, ni mi lucha por la verdad, por la libertad, no creo que esté en condiciones de soportar tamaño atropello o mejor una verdadera humillación, por los que supuestamente deben sensibilizarse con el tema de los opositores o es que acaso hay que llegar con un brazo de menos o sin vida para que las cosas sean más fáciles a la hora de recibir el beneficio de refugio político.
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