Foto del JC Placetas Archivo |
Recuerdo mi época de instructor de un Joven Club, allá por el lejano año 1997, hacia 10 años que se había creado este programa para supuestamente informatizar a la población cubana, el creador, pues como todas las cosas en Cuba, era la única persona con poder de decisión, de palabra y de recursos en el país.
Por supuesto, la tecnología de aquella época era obsoleta, aunque todos estábamos contentos con las pequeñas migajas que nos ofrecía el dueño de casa, después vino lo de mi arresto por parte de la policía política y mi internamiento en Villa Marista, fue todo un espectáculo, me expulsaron sin derecho a reincorporarme e incluso se prohibió por el Sr. Pedro González, primer secretario del Partido Comunista en el municipio Arroyo Naranjo que yo visitara el centro luego de mi liberación.
Pero el tiempo paso y muchas o todas de estas personas ya no existen o no ocupan un cargo con poder de decisión, y pude nuevamente hacer mis trabajos en esos centro, que se han diseminado por todos los lados, con un poco más de ventajas, bueno, si a lo que ofrecen se les pueden llamar ventajas, pues a pesar de que han pasado 25 años de la fundación de esos centro, poco o nada se ha avanzado, sobre todo en tecnologías.
Una de las bondades de estos centro, teóricamente, es brindar el servicio de navegación a través de la Intranet, esto le permitiría a los usuarios poder revisar desde cualquier lugar su correo electrónico, acceder a google y aunque sea, conocer mediante extractos, lo que acontece en el mundo, ya que no se puede visitar ninguna página extranjera, claro, el gobierno tiene bien claro que la información es poder y la restringe al máximo posible sin ningún pudor.
Recuerdo un viejo cuento donde un hombre prefería morir castigado por una maquinaria cubana y no morir rápidamente, argumentaba que en Cuba cuando no falta una cosa faltaba la otra, por lo que nunca todo lo necesario esta para ejecutar una obra y al final de cuentas nunca moriría, eso es exacto y se aplica a todos los sectores de nuestra sociedad, donde la falta de recursos, la indolencia y el burocratismo siempre nos pasan la cuenta sin piedad.
Resulta que hay que tener una lámpara maravillosa y 5 genios para poder encontrar un local de estos con este servicio (navegación por la Intranet), cuando no hay luz, el servidor de la provincia esta desconectado, el teléfono no sirve o sencillo los trabajadores – dueños se derogan el derecho de cambiar los horarios, pues simplemente no hay dios que les ponga orden alguno.
Las máquinas, bueno, bastante buenas son, soportan un calor infernal, hace algunos días en el Joven Club de California, en San Miguel del Padrón, un municipio de la Habana, le preguntaba a una amable trabajadora del centro si existía alguna orden o prohibición de poner los aires de climatización, ella muy apenada, pues su local si tenía el aire puesto y el ambiente era agradable me contesto, no, solo lo hacemos para ahorrar, pero nadie nos dio orden alguna sobre esto, mira, me dijo, aquí hay un file con las quejas de los usuarios, escribe una, por supuesto que decline su sugerencia, pues sería tonto de mi parte creer que eso resolvería el problema.
No terminaría este articulo si siguiera enumerando los maltratos a que somos sometidos día a día los que por necesidad, entretenimiento o cualquier causa nos vemos precisados a los servicios de los Joven Club, y hoy comprendo lo que Carlos Gardel dijo una vez "20 años no son nada", pues nada a cambiado para mejorar en este tiempo los malísimos servicios de estos centro, supuestamente creados para el pueblo, prometo que proseguiré en un próximo articulo.
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