En
un intento por detener la epidemia de cólera que afecta el oriente cubano principalmente
desde el año pasado, autoridades de la provincia Holguín han aplicado una serie
de medidas excepcionales en todos los sitios de la ciudad para lograr este
objetivo aunque hasta ahora han sido infructuosas las gestiones.
Las
medidas van desde la obligación de lavarse las manos con una solución de cloro
fortalecida en todas las entidades estatales, escuelas y círculos infantiles,
el cierre temporal de algunos centros escolares como la Primaria Máximo
Gómez y la entrega de folletos en lugares de alta concentración de personas donde
se les explica como prevenir esta
enfermedad.
Igualmente
en las terminales de viajeros existen puestos de mando de Salud Publica con el
objetivo de fumigar los equipajes a la entrada y la salida de los mismos,
incluso en los medios aéreos que llegan al aeropuerto internacional Frank País
García es obligatorio aplicar una solución contra los insectos para que se les
permita aterrizar so pena de ser multados por la autoridades aeronáuticas.
Y
aunque las autoridades confían en frenar el rebrote de la epidemia en la provincia,
considerada el 3 polo turístico de la isla y donde se pueden ver numerosos
extranjeros por sus calles, la situación
higiénico sanitaria de la urbe es mala, ya que en varios repartos las aguas
albañales y los excrementos humanos corren por las calles libremente sin que
hasta ahora se prevea una solución a corto plazo.
Incluso
la situación se agrava más por la escasa y con mala calidad del agua potable a
través de la red de acueducto lo que obliga a la Empresa Holagua – encargada del
suministro de agua - a suministrarle el
vital líquido en pipas y a través de puntos habilitados al efecto en los
barrios con un costo superior para las personas que deben pagar aproximadamente
1 peso adicional por cada 20
litros de agua entregado.
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