sábado, 25 de octubre de 2014

Basura, Desechos y Escombros por Doquier




En la misma esquina de la casa de la musica de Miramar
Cuando usted recorre las calles de la ciudad La Habana, principalmente en las zonas periféricas aunque las céntricas no escapan al problema, se percata enseguida del grado de suciedad imperante en casi todos los lugares de esta urbe, lo cual denota que la empresa de servicios comunales encargada de la recogida de los desechos sólidos está colapsada.

Y es que este es un problema extremadamente serio, pues la acumulación de basura, desechos y escombros colocados indiscriminadamente en cualquier sitio provoca que aumente las posibilidades de que se desate alguna epidemia, pues junto con las indeseables moscas y mosquitos comienzan la aparición de roedores que transmiten enfermedades mucho más grave como la rabia y la leptopirosis.

Justo en una esquina del municipio Diez de Octubre

Por supuesto que de vez en cuando las autoridades sanitarias y comunales hacen una batida y dejan con mejor cara el panorama pero muy pronto regresan a nuestras calles este tipo de desecho, pues la falta de camiones, cargadores mecánicos y trabajadores para realizar esta tarea no es suficiente, agregándose el mal uso del combustible asignado hace del problema algo de muy difícil solución.

Por lo pronto y como es habitual las autoridades y la empresa guardan absoluto silencio ante la problemática y no si vislumbra una solución a corto plazo, pues según reconocieron directivos de comunales el ciclo de recogida ronda ya los 10 días y en otras zonas de la capital como San Miguel del Padrón, Guanabacoa y Diez de Octubre  este se alarga a los 15 días.

ETECSA, más de lo mismo



Seis de la tarde del día 23 de octubre, una persona apurada llega a la puerta del Telepunto de la Empresa de Telecomunicacion de Cuba (ETECSA) ubicado en la Terminal de Ómnibus Nacional en La Habana, intenta recargar su cuenta de internet porque necesita hacer uso de ese servicio pues se le presento una urgencia familiar.

Más aunque hay 3 ejecutiva de ETECSA y ninguna hace nada no lo pueden atender, según le expresa el custodio que ni se molesta en mirarlo pues tiene a su novia sentada sobre sus piernas en plena puerta, el hombre incrédulo le pregunta si el horario que se anuncia en la puerta hasta las 7 de la noche es el que es, el custodio ya molesto le dice, “óigame amigo, venga mañana porque ya cerramos” y acto seguido continua en su romance.

Esta escena no es ciencia ficción ni un invento, sucedió realmente frente a mí y no es de asombrar pues según encuestas públicas realizadas en Cuba, ETECSA califica como una de las 5 peores empresas gubernamentales cubanas, pues los artículos y servicios que prestan a las personas necesitadas de las Telecomunicaciones son de malísima factura y los precios todos en CUC astronómicamente altos – 1 CUC equivale a 25,00 pesos Moneda Nacional.

Baste con señalar alguno de ellos para darnos cuenta de la realidad, por ejemplo si usted compra un cupón de recarga para tarjeta propia – le permite hacer llamadas telefónicas desde cualquier teléfono de la red fija – deberá tener extremo cuidado a la hora de raspar el código porque de no ser visible o tener algún daño usted deberá esperar 72 horas para que le den otro, a pesar de que la tarjeta es tan frágil que es casi un arte de magia poder rasparlo correctamente.

Si hablamos de tecnologías a cualquiera se le erizaría los pelos de la cabeza si tuviera que desembolsar 190,00 CUC – equivale a 4750,00 pesos cubanos, recordando que el salario de un trabajador simple es de 225,00 por mes - por un teléfono de dudosa calidad y que para colmo tendrá una garantía de 3 meses a lo sumo, aunque la caja que anuncia el fabricante diga que la garantía es de 1,2,5 o 10 años.

Pero el clímax del asunto llega cuando usted tiene que hacer cualquier reclamación, ahí sí tendrá usted que tener toda la paciencia del mundo, pues se encontrará funcionarios de ETECSA que lejos de resolverle su problema - que casi siempre es provocado por la ineficiencia de esta empresa -, le crearan otro y otro o le pondrán tantas trabas que le parecerá que deberá saltar sobre una verga tan alta como el edificio más alto que exista, pues están convencido que usted no es un cliente a quien ellos sirven, sino que es un simple mortal al que se le hace un favor y por tanto usted no debe molestar ni quejarse tanto.

Al final la vida dice que al no haber competencia alguna, pues ETECSA bien pudiera clasificar como el monopolio de las Telecomunicaciones en Cuba, la vida seguirá igual, los clientes que al final son la razón de cualquier empresa continuaran siendo visto como personas necesitadas de un favor y los artículos y servicios que se brindan se aproximaran más a la chapucería y el mal gusto que a las normas establecidas, sin contar que ETECSA es quizás una de las pocas empresas que brindan servicios al pueblo cubano y que no aceptan el pesito cubano, con el que le pagan a casi todos los trabajadores de este país.

viernes, 24 de octubre de 2014

El predecible final de un Proyecto


Manuel Cuesta Morúa, de pie primero a la derecha







He visto y seguido durante algún tiempo las nuevas iniciativas que se promueven por varios actores de la sociedad civil independiente cubana y que busca por todas las vías lograr un cambio hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos al decir de sus creadores, los que han usado todo cuanto está a su alcance para promoverlos e incluso lograr las firmas necesarias para presentarlos en las instancias correspondientes.

Todo eso está muy bien, creo que todas las personas tenemos el derechos a sugerir e incluso promover leyes que ayuden a lograr un poco de armonía en la convivencia pacífica y que se respeten los derechos inalienables de todos los seres humanos aunque profesen una ideología diferente a la nuestra, igualmente respeto a los que consideran que solo mediante métodos de desobediencia civil y sin diálogos se va a lograr estos objetivos, aunque a este grupo le asigno otro espacio y no es el objetivo de mi escrito.

Y es que desde que el Proyecto Varela fue presentado allá por 1991 ante la Asamblea Nacional del Poder Popular muchos han sido los documentos de esa naturaleza y todos sin excepción han fracaso, algunos por desconocimientos de las reglas legales de sus promotores y otros porque desde el principio estaban condenados al fracaso, y bien pudieran mencionarse el Varela, el Heredia y el Camino del Pueblo entre otros.

Lo que más me impresiona de todo es que se sigan cometiendo los mismos errores del pasado en cuanto a la recogida de las firmas de las personas y es que no bastan con presentar ante las autoridades dichos documentos sino que las mismas deben estar certificadas ante un notario para que tengan validez y puedan ser consideradas por el órgano legislativo, que está compuesto ciento por ciento por personas que militan en el Partido Comunista de Cuba o son acólitos del mismo.

Esto a todas luces es una barrera tan alta de saltar en una sociedad como la nuestra que hace casi imposible cumplir con este trámite, pues habría que presentar ante el funcionario a todas las personas para que el mismo procediera a corroborar los datos oficiales y dar el visto bueno de que es realmente la persona esa la que firmo la hoja que se pretende presentar lo cual suma otra presión psicológica a los firmantes.

Una simple cuenta matemática nos indica que presumiendo que se logre que las personas vayan voluntariamente ante el notario demoraría no menos de 1 año en lograrse certificar las no menos de 10 000 firmas necesaria y en ese tiempo pueden ocurrir muchas cosas con los firmantes, como la muerte, la incapacidad mental, la invalidación por proceso penal o la salida del país, cuestión esta que haría un ciclo incansable de buscar nuevos firmantes y regresar ante la autoridad notarial.

En una conversación con Manuel Cuesta Morúa, le manifesté mis dudas sobre la factibilidad del Proyecto que impulsa su organización en conjunto con otras personas de la Sociedad Civil y que es conocido como “Consenso Constitucional” que busca lograr redactar una nueva Carta Magna para Cuba, por todos las razones expuestas y porque simplemente aun cuando logren legitimar las firmas son pocas para no decir nulas las opciones de que se considere la propuesta por los legisladores, aunque él se mostró comunicativo y con buenos bríos para continuar a pesar de la alta tarea que enfrenta y confiado de que los procesos legales son lentos pero efectivos y apuesta al triunfo seguro del Proyecto.

De momento y según conozco Consenso Constitucional y el Proyecto Emilia – que busca el cambio mediante el uso de la desobediencia civil y la lucha no violenta -, dirigido por el Doctor Oscar Elías Biscet González, Medalla Presidencial de la Libertad, se debaten en los caminos por lograr las firmas necesarias pero con un futuro realmente incierto, aunque el primero muestra las fuerzas renovadas que les falta al segundo que no ha logrado alcanzar las metas que se propuso luego de más de 2 años de trabajo, aunque de todas formas pienso que ambos pasaran a engrosar la gaveta de la historia sin muchas penas ni glorias, aunque habrá que esperar para al final ver que ocurre en la práctica con esta iniciativa y las que vengan en un futuro.

Ocho meses después todo sigue igual




El emblemático mercado de 4 caminos ubicado en el municipio Centro Habana cerrado para una reparación integral desde hace ocho (8) meses muestra a esta instancia una cara de mayor deterioro que cuando se utilizaba como mercado para la venta de productos del agro.

En aquel entonces se informó que el local seria reparado por la empresa Almacenes Universales S.A, que es dirigida por  las Fuerzas Armadas Cubanas y estaría bajo la administración cooperada de la Corporación CIMEX S.A, propiedad del Ministerio del Interior Cubano y una empresa China que tendría derecho sobre el 49 % de las acciones por los siguiente 10 años.

En el lugar se planeaba ejecutará una obra de gran envergadura y se tenía previsto construir en la parte superior almacenes para asegurar productos y en la inferior centros recreativos, como restaurante y lugares de recreo, que expenderán sus ofertas en pesos convertibles (CUC) el que tiene un valor 25 veces mayor que el peso nacional con que cobran sus salarios la mayoría de los cubanos, aunque con opciones de pagar en esa moneda y será similar a la Plaza Carlos III.

Las obras comenzaron con cierto atraso, tres meses después, ante la mira escrutadora de la parte inversionista e incluyo el drenaje de las aguas acumuladas en los sótanos por años con carros especializados y que buscaba evitar las molestas inundaciones que ocurrían provocadas por las lluvias, acción esta que beneficio a la población circundante que vieron de golpe desaparecer un problema de años y que no vislumbraba solución posible.

Más de buenas a primeras las obras se detuvieron abruptamente al descubrir que se necesitaría hacer una inversión millonaria para subir el nivel de la instalación construida alrededor de los años 50 del pasado siglo XX y servía para que los comerciantes de la capital y del resto del país ofertaran sus productos siendo punto de referencia de la época, aunque desde 1959 tuvo diferentes usos entre ellos el de mercado agropecuario.

De momento da pena pasar por los portales abandonados los que se han convertido en baño público para los apurados transeúntes, quienes encuentran un alivio a sus necesidades ante la falta de esos centros en la capital cubana, todo esto ante la mirada indiferente de las autoridades y demás personas que transitan por el lugar, además de servir de punto de concentración de vagabundos y personas sin hogar que encuentran refugio seguro en las escaleras y rincones que los resguarda de las inclemencias del tiempo.

Como siempre las autoridades guardan el habitual silencio y los apurados transeúntes ni siquiera se detienen a meditar sobre lo que ocurre, absortos en sus problemas personales que se agravan diariamente ante las escaseces de todos los productos básicos y que ni con dinero se consigue en los desabastecidos establecimientos estatales, por lo cual no se divisa en las proximidades una solución para el coloso que ocupa toda una manzana y que fue centro de vida de los residentes de la localidad y de otras partes que asistían a realizar sus compras para alegrar la mesa y mejorar la alimentación de la familia.