lunes, 24 de septiembre de 2012

Trabajo por Cuenta Propia, Flexible o Inflexible


El pasado miércoles 18 fui testigo de un peculiar debate en el céntrico parque ubicado en la calle Calzada y K, justo a una cuadra de la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana, resulta que dos personas conversaban acaloradamente bajo la mirada escrutadora de oficiales de la PNR, uno de los implicados resultó ser un trabajador por cuenta propia y la otra contendiente era una inspectora de sanidad del Municipio Plaza.

El enrollo fue cogiendo calentura por cada minuto que pasaba, el joven reclamaba que pagaba contribución y legalmente podía vender donde le pareciera y la otra parte argumentaba que vender pan con jamón y refrescos en pomo plásticos necesitaba una licencia sanitaria la cual a todas luces el muchacho no poseía, más argumentaba que el susodicho documento estaba en la Dirección de Trabajo donde se lo habían retenido para entregarle la Licencia de Trabajador.

Como el asunto apuntaba a uno de los puntos más polémicos que existen, siguieron llegando policías al lugar, incluido el que parecía ser el Jefe de Grupo, la inspectora vociferaba como un león amarrado y exigía a gritos que los condujeran en un auto policial a los dos a la unidad, en el dime que te diré el joven manifestó que las Leyes y la Constitución habían que respetarlas lo cual provoco una contundente respuesta de la Sra. Inspectora, “Yo soy un Funcionario y no tengo que RESPETAR NADA”.

Por supuesto quede anonadado y por un momento pensé en intervenir, más el joven dijo algo revelador que me enfrió el alma y creo que le paso igual a los demás opositores que observábamos la escena, pues con la mayor tranquilidad del mundo nuestro chico revelo que era chivato del DTI, como si esto fuera un salvoconducto para hacer lo que le pareciera, al momento los  policías los llevaron a un lugar aparte y sencillamente todo quedo en casa pues luego vi al joven tranquilamente vender sus panes en otro lugar del Vedado.

Pero lo que me trae a escribir este articulo más bien son los graves problemas que día a día tienen que enfrentar los Trabajadores por Cuenta Propia, empecemos por el principio, reconozco que es elemental que el Estado tenga un cuerpo de inspectores que velen por todas las normas legisladas y hagan cumplir lo dispuesto, esto existe en todos los países del mundo, creo además que es correctísimo que existan inspectores de sanidad que velen por la higiene de los alimentos que se expendan, eso esta bien y nadie lo critica.

Ahora lo cuestionable de todo en primer lugar es la falta de profesionalidad con que la FUNCIONARIA se dirigió al trabajador, desde el primer momento su trato fue déspota y prepotente, exigiendo a todas luces algo má$$$$ que un simple papel acuñado, como no pudo lograr nada a no ser una discusión, acudió de inmediato a los veladores de la Ley, que no tardaron en darle la razón a la otra parte, una por lo revelado de su trabajo para el DTI y otra porque la tenia según la Ley, pues los demás documentos estaban en regla.

Lo segundo y a mi entender fundamental es que la higiene que tenían los productos que expedía, el pan con jamón estaba protegido por un nylon y los pomos impecablemente limpios, parece que las inspecciones a la sanidad solo están destinadas a esta capa trabajadora, pues en la misma esquina donde se produjo la escena, justo en los bajos de la funeraria existe una cafetería ESTATAL, donde las cucarachas caminan tranquilamente por encima de los productos y el mostrador, a la vista de todos los comensales que allí acuden y los dependientes fuman tranquilamente mientras sirven los pedidos del día.

Al parecer no hay ley para ellos, sino como pudiéramos explicar esta extraña situación, más no podemos menos que dejar de mencionarla pues en cualquier momento una persona va a parar a un hospital por la suciedad y la falta de higiene de esos centro que son propiedad del Estado, acaso no saben los inspectores que esta situación  no es puntual, pues es frecuente ver a gastronómicos vender panes y otros alimentos en plena calle sin la debida protección contra el polvo y otras sustancias, no, no estoy exagerando, solo hay que recorrer la calle Monte en el municipio Centro Habana para percatarse de lo que afirmo.

Lo tercero que me llama la atención es que a pesar de que estas personas pagan una elevada cuota por la actividad que desarrollan no lo pueden hacer tranquilamente, pues deben estar escondiéndose de los inspectores, recientemente converse en una parada con una vendedora de maní y me decía que para que no los molestaran debían pagarle a los funcionarios, esto no es de asombro para nadie que conoce la realidad cubana pues la corrupción a llegado a nivel altísimos en los últimos años, escudada muchas veces en los problemas financieros que presentan los trabajadores.

Otra cuestión que ha afectado a los que se empeñan en tratar de sacar su economía y la de su familia a flote mediante esta modalidad, es la burocracia imperante, primero, las Direcciones de Trabajo Municipales (DMT) tiene un horario limitado para la atención a solicitudes de nuevas licencias y el termino excesivo de 7 días para la concesión es absurdo, luego se debe recorrer un laberinto entre la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y la DMT para lograr tener el documento acreditativo, pero si se propone expender productos alimenticios la traba es aún mayor pues hay que ir al Dpto. de Higiene de la Dirección de Salud.

Lo siguiente que vuelve imposible el desarrollo normal de estas actividades es la inversión inicial necesaria, para obtener un carné de la ONAT hay que entregar nada más y nada menos que 35.00 pesos MN en sellos, luego hay que invertir para adquirir las materias primas con las cuales se producirá el producto final, estas derogaciones por demás a precios minoristas en pesos cubanos convertibles (CUC), esto le pone los pelos de puntas al más guapo pues todos sabemos que un trabajador honesto y que viva de su salario no puede darse el lujo de ahorrar dinero para esto porque sino con que vive, se viste o alimenta.

La política crediticia a demostrado que es una de las tantas cosas absurdas de este sistema, como le puede exigir a alguien que pida un crédito, haber pagado por lo menos 3 meses de contribución a la ONAT, presentar codeudores y una serie de requisitos que no los puede cumplir la mayoría de la población, si realmente los que gobiernan estuviera interesado en que esta modalidad de empleo se desarrollara, invertirían en lograr que las personas cada día abrieran nuevos espacios y con ello lograrían estabilizar primero y luego bajar los altos precios de los productos que hoy se expenden por nuestros trabajadores por cuenta propia.

Finalmente esta claro que al ente estatal poco le importa los trabajos y vicisitudes del pueblo, el cuenta propismo no es más que una nueva estrategia de este Régimen para ganar tiempo y seguir confundiendo a nuestros compatriotas, nada o poco va a cambiar, los Inspectores seguirán haciendo de las suyas y los que trabajan tendrán que seguir pagándoles sus honorarios a cambio de que no les sea retirada la licencia o le impongan una multa desproporcionada, o simplemente volverse un soplón como el muchacho del parque lo cual al parecer confiere algo de inmunidad en este país.

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